lunes, 26 de octubre de 2009

Guia de Juguetes para niños de 6 a 9 años
Juguetes niños 6 - 9 años


Estimular la motricidad fina.

En esta etapa su precisión y habilidad manipulativa mejoran tremendamente. Las miniaturas, manualidades, juegos de construcción y juegos de habilidad le permitirán practicar y mejorar la coordinación y la fuerza de manos y dedos.

Consolidar la lateralidad.

Es el momento de consolidar los conceptos derecha-izquierda y asimilarlos tanto en el propio cuerpo como en otras personas u objetos. Los juegos de construcción, las manualidades y muchos juegos de mesa pueden ayudar a consolidar estos aprendizajes.

Fomentar la creatividad y la imaginación.
En esta etapa los niños/as son tremendamente creativos y sus invenciones y creaciones cobran todo lujo de detalles. Son adecuados para estimularla los juegos simbólicos (ahora más complejos y detallados), además de las construcciones, manualidades, etc.

Facilitar el aprendizaje de debatir, negociar y resolver conflictos.
Ha de acostumbrarse a debatir y negociar con sus iguales, para resolver conflictos o llegar a acuerdos. Los juegos de roles e imitación estimulan el lenguaje y ejercitan la habilidad de ponerse en el lugar del otro. Muchos juegos de mesa implican negociar o debatir y otros plantean conflictos y son una buena oportunidad para aprender a resolverlos.

Aprender habilidades de cooperación y competición.Los juegos compartidos son una excelente oportunidad para desarrollar estrategias de cooperación y para aprender a perder.

Ejercitar la lecto-escritura y las habilidades gráficas.
En el mercado hay muchos juegos para ejercitar el trazo, incrementar el vocabulario, etc.
Le ayudaremos proporcionándole juguetes, situaciones u otros estímulos que le permitan:

6 a 9 años
En esta etapa el niño/a empieza a asumir pequeñas responsabilidades; su memoria y su atención son mucho mayores, conversa con fluidez, consolida sus capacidades lecto-escritoras y se muestra más independiente, aunque todavía necesita mucha ayuda del adulto para organizar su vida y tomar decisiones. Sigue disfrutando mucho con la actividad lúdica; el juego simbólico y de movimiento aún tiene un papel relevante, pero se incrementa considerablemente el interés por los juegos de reglas, las manualidades, las construcciones y los videojuegos.

Mejorar capacidades cognitivas.
Muchos juegos de mesa y construcción ejercitan la memoria, la atención, la reflexión, el razonamiento y la concentración. Ejercitar estas capacidades de manera divertida es una forma de prepararse para abordar tareas escolares, etc.

Afianzar conceptos temporales.
Son adecuados juegos y actividades que le permitan familiarizarse con los calendarios, las agendas, los relojes, los horarios, las secuencias temporales, etc.

Adquirir hábitos de vida saludables.
Muchos juegos de imitación y algunos de reglas nos recuerdan la necesidad de lavarse los dientes, compartir responsabilidades domésticas... El refuerzo de estos valores a través del juego contribuye a su asimilación.

Fomentar la curiosidad y el aprendizaje.
Muchos juegos abordan conocimientos escolares de forma divertida y pueden ser una excelente oportunidad para repasarlos e incrementar su curiosidad por aprenderlos.

Consolidar una actitud respetuosa con el medioambiente.
Un gran número de juegos de imitación ayudan a escenificar acciones relacionadas conel reciclado, el aprovechamiento de los recursos o el respeto por la naturaleza. También algunos juegos científicos y de reglas ayudan a comprender este tipo de necesidades y su relación con el entorno.

Favorecer la expresión corporal y la dramatización.
Las capacidades expresivas se incrementan mucho en esta etapa, y los niños/as disfrutan especialmente con juegos de dramatización, mímica, bailes, etc.

Estimular el ejercicio físico y el no sedentarismo.

Su capacidad y coordinación motora está ya muy desarrollada y muchos juegos deportivos, de baile o que impliquen movimiento, pueden contribuir a que se habitúe a una vida más activa y menos sedentaria. Las bicicletas y las pelotas siguen siendo las eternas protagonistas en esta etapa.

Reforzar la autoestima.
Los juegos que permiten a los niños/as conseguir un objetivo satisfactoriamente, les ayudan a sentirse bien con sus capacidades y a ser conscientes de sus progresos.

Aquellos que tienen varios niveles de dificultad son excelentes para proponer retos lúdicos de forma progresiva y alcanzable para ellos.

Transmitir actitudes de solidaridad y tolerancia.
Los juegos compartidos (simbólicos, de reglas-) favorecen la socialización y la adquisición de actitudes de respeto y tolerancia.


Tomado de: http://www.educacioninfantil.com/displayarticle183.html

ACTIVIDADES E IDEAS PARA PREESCOLARES

ACTIVIDADES
PREESCOLARES
3 a 5 años


Escuchar y hablar

Los preescolares escuchan y hablan a la vez que utilizan los materiales y participan en las actividades.

  • Ofrézcale al niño libros sin palabras para que pueda inventar su propio cuento que corresponda a las ilustraciones.
  • Grabe algunos cuentos en cintas magnetofónicas y manténgalas al lado del tocacintas junto con otras cintas en blanco para que los niños puedan grabar sus propios cuentos.
  • Enséñele al niño rimas, canciones, poesías y cantos graciosos. Pídale a la familia que le enseñe canciones, poesías y cuentos en el idioma que se hable en su casa.
  • Invente canciones y cuentos sobre los propios niños e incluya sus nombres en canciones conocidas y en juegos de dedos.
  • Invite al niño a contar su propia versión de un cuento favorito o de un suceso de la vida real. Después de que se cuente la historia, ellos podrán representarla juntos.
Cómo ayudar a la familia:

Pídale a la familia que le ayude a conseguir vestuario y accesorios para los juegos de teatro de los niños. Esta es una buena manera de incluir materiales provenientes de la familia y de la cultura del niño.

Los preescolares hablan, inventan cuentos y juegan a situaciones imaginarias.

  • Ofrézcale al niño títeres, vestuario y accesorios para los juegos imaginarios. Incluya objetos que los niños puedan utilizar en sus juegos imaginarios, como por ejemplo, de la gasolinera, del mercado o del restaurante.
  • Déle al niño una idea nueva para sus juegos mediante una pregunta. "En este restaurante servirán chile? Me encantaría comer un buen plato de chile con carne".
  • Sugiérale al niño tímido un papel que pueda desempeñar en un juego imaginario. "Veo a dos meseros en este restaurante. ¿Tienen ustedes un cocinero?"

Los preescolares pueden decir sus ideas, así como escuchar las de otras personas y responderles.

  • Inicie conversaciones con los niños y contribuya a la conversación para que ésta dure. Observe al niño y luego haga algún comentario, o bien agregue datos nuevos. Por ejemplo, Martín está observando las plantas de habichuela que los niños sembraron el mes pasado. Para iniciar la conversación el maestro diría lo siguiente:

    "¿Qué clase de habichuela te agrada?"

    Si el niño no responde, intente averiguar qué le interesa al niño y refiérase a lo que al niño le interesa.

    "Hay tantas clases de habichuelas -- frijoles negros, habichuelas verdes y coloradas. Tenemos un libro sobre la habichuela. Veamos".
  • Háblele al niño cuando está jugando afuera, a la hora de pintar o de dibujar, a la hora de la comida o de la merienda, o cuando está guardando los juguetes. Tenga en cuenta las ideas siguientes:

    • Escuche al niño. Sonríale y sacuda la cabeza para indicarle que a usted le interesa lo que está diciendo.
    • Ayúdele al niño a agregar la información que haga falta para aclarar la confusión que pueda haber en un cuento. "¿Saltó Rex por encima de la cerca, o estaba el postigo abierto?"
    • Haga comentarios o formule preguntas para ayudarle al niño a continuar: "Rex sabe saltar muy bien. ¿Cómo lograste hacer que Rex regresara a casa?"
Los preescolares aprenden a hablar con sus compañeros.
  • Ayúdeles a hablar en grupos pequeños. Recuérdele al niño que debe escuchar al que le habla.

    "Carlos: Teresa está hablando. Teresa: cuéntanos lo que cocinaste con tu papá".

    "Carlos: nos agradó el relato sobre tu visita a la peluquería con tu tío. Ahora le toca a David hablar. David: ¿Qué hiciste este fin de semana?"

  • Siéntese con el niño a la hora de la comida y ayúdele a respetar el turno de los otros para hablar y escuchar. Ayúdeles a seguir el tema y a mantener la conversación.

La Lectura

A los preescolares les gusta que se les lea.

  • A la hora de la lectura, léale a un grupo pequeño. Cerciórese de que los niños están cómodos. Enséñeles la tapa del libro que les va a leer y hábleles de los personajes. Cuénteles algo sobre el libro. Sostenga el libro para que los niños puedan ver las ilustraciones. Haga muecas y cambie de voz para que los personajes parezcan más reales. Interrumpa la lectura y hable sobre las ilustraciones y sobre lo que pueda suceder a continuación. Hábleles a los niños sobre los personajes y sus sentimientos. Haga preguntas y responda a las preguntas de los niños.
  • Léale a uno o a dos niños a la vez cuando éstos se lo pidan o cuando usted quiera leerle un libro específico a uno de los niños en especial. Utilice la lectura en voz alta para animar a los niños a hablar del cuento y los personajes y para que cada quien exprese sus ideas.
  • Investigue los servicios que su biblioteca pública presta a los niños pequeños. Averigüe si la biblioteca ofrece programas bilingóes de narración de cuentos, una hora especial para programas de guarderías infantiles y seminarios para cuidadores de niños pequeños. De vez en cuando, los bibliotecarios pueden visitar las guarderías para hablar de los libros y aportar sus ideas sobre la lectura.
  • Envíe a las familias folletos, listas de libros e información sobre cursos para ayudarles a los padres a educar a sus hijos.
Cóom ayudar a la familia:

Fomente la hora de la lectura para la familia, permitiendo a los niños sacar materiales de lectura por una noche o por varios días. Inscríbase en programas que suministren libros y materiales de lectura gratis o a bajo costo. Organice ventas de libros nuevos o usados. Inf&órmese de los programas de alfabetización que se ofrecen en su comunidad. Patrocine un seminario para adultos sobre la lectura con los niños.

A los preescolares les gusta hojear libros por su propia cuenta.

  • Monte un espacio para lectura que tenga alfombra, buena iluminación, colores brillantes y asientos cómodos o almohadones blandos. Súrtalo de libros, revistas y otros materiales de lectura, dejándolos tapa arriba, sobre estantes bajos donde el niño pueda verlos. Decore las paredes con carteles y avisos sobre el tema de la lectura y sobre los libros favoritos del niñ:o. Prepare un tablero de franela, títeres y otros materiales para que los niños puedan representar los cuentos.
  • Léale al niño y muéstrele libros sobre temas que le interesan. Por ejemplo, libros sobre puentes y túneles para que construyan con los bloquecitos; libros de cocina que contengan recetas para meriendas, y una guía de árboles para estudiar las hojas que se vieron en un paseo.
  • Fomente la lectura en todas las piezas de la casa y en todos los lugares que frecuentan los niños. Prepare áreas donde el niño pueda leer solo o acompañado, por ejemplo un asiento/almohadón en una buhardilla, una caja grande con varias almohadas en un rincón tranquilo, o una frazada bajo un árbol frondoso.

A los preescolares les agradan libros sobre personajes, escenas y sucesos conocidos.

  • Elija libros según la edad y la etapa de desarrollo del niño que reflejen su cultura, su grupo étnico, su familia y su capacidad. Busque libros que se relacionen con lo que le interesa al niño (la navegación espacial) o una experiencia reciente que haya tenido el niño (una visita al zoológico), o bien algo que le ayude al niño a superar un cambio (una mudanza)
  • Mantenga entre cinco y ocho libros por cada niño. Incluya algunos libros en el idioma que se hable en la casa del niño y otros en inglés. Incluya una gran variedad de libros, como por ejemplo, libros de rimas con repeticiones y con sucesos que se puedan anticipar; libros que contengan disparates y fantasías y cuentos de la vida cotidiana; libros que contengan ideas nuevas y poesías; libros sobre números y el alfabeto; diccionarios elementales (en inglés y en el idioma que se hable en la casa del niño) y material de lectura para principiantes (para los preescolares que están listos para empezar a leer).
La Escritura

Los preescolares escriben garabatos y copian formas, letras y palabras.

  • Anime al niño a desarrollar los músculos cortos que se utilizan cuando se escribe. El niño puede cortar, pegar, dibujar, pintar, enhebrar cuentas, jugar con masilla casera, armar con bloquecitos, jugar con teclados, tocar el tambor, untar una galleta con manteca de maní, abrir y cerrar la cremallera del abrigo y servirse guisantes o chícharos con una cuchara grande.
  • Prepare un lugar especial donde el niño pueda practicar la escritura. El lugar deberá tener una mesa, asientos y estantes abiertos que contengan papel rayado y liso, materiales de escritura, correspondencia desechada y catálogos, materiales de oficina, una máquina de escribir y otros artículos que estimulen al niño a jugar a situaciones imaginarias.
  • Incluya varios libros de fabricación casera en blanco para que el niño los llene (por ejemplo, 10 hojas de papel dobladas y engrapadas por la mitad). Prepare materiales de encuadernado, como por ejemplo, tapas de cartulina, un perforador, hilaza o una engrapadora.
  • Ofrézcale al niño la oportunidad de escribir a la hora del juego. Proporciónele materiales de escritura y accesorios del mundo real -- un restaurante, una tienda, una clínica o una agencia de viajes. Los niños pueden escribir un menú, recibos, recetas médicas y boletos.
  • Mantenga papel y marcadores cerca de los bloquecitos para que los niños puedan escribir avisos para sus construcciones.
Cómo ayudar a la familia:

Cerciórese de que el niño tenga materiales de escritura en casa. Comparta donaciones de papel y crayolas o marcadores con la familia. Si es necesario, incluya una suma en el presupuesto para la compra de materiales de escritura para que el niño los tenga en casa.

Los preescolares aprenden a usar la escritura.

  • Muéstrele al niño cómo se usa la letra impresa para enviar mensajes e información. Marque los estantes y los recipientes para indicar dónde se guardan los materiales. Marque las casillas de los niños con nombres o símbolos.
  • Escriba en inglés o en el idioma que se habla en la casa del niño. Si es necesario, pídale a la familia que le ayude con el idioma que se hable en su casa.
  • Cuelgue versiones escritas e ilustradas del horario cotidiano. Elabore un cuadro para los ayudantes. Use avisos para indicar cuántos niños pueden jugar en un área en un momento dado.
  • Escriba todos los pasos de las recetas culinarias en tarjetas para indicarle al niño lo que debe hacer cuando cocina.
  • Lea en voz alta el título de un artículo interesante de revista o de diario. Cuéntele al niño sobre el tema del artículo. Muéstrele una fotografía insólita o graciosa y pídale que sugiera qué título le vendría bien a esa foto. Escriba los títulos que el niño le sugiera y luego pegue la lista acompañada por la foto en un tablero.

Los preescolares están aprendiendo la relación que existe entre la palabra hablada y la palabra escrita.

  • Pídale al niño que le ayude a hacer avisos informativos, como por ejemplo, cuándo regar las plantas. De un lado escriba: "Por favor riéganos". Del otro lado escriba "Gracias por regarnos".
  • Escriba lo que el niño dice. Pídale que le hable sobre su dibujo. Con el permiso del niño, escriba la descripción del niño en el margen inferior o en el dorso del dibujo.
  • H´gale preguntas al niño para ayudarle a hablar sobre una experiencia interesante que haya compartido con sus compañeros o con la familia. Escriba los comentarios de los niños sobre una hoja grande de papel. Cuelgue la hoja donde los niños y los parientes puedan verlo.


Tomado de: http://www.preescolar.es/preescolar-actividades-ninos-preescolar.html


¿Dislexia: Qué es?


Es normal para un niño tener el discurso o la identificación de las letras retrasados? Una falta de interés en libros con demasiado texto? Cuando deben preocuparse los padres por si su hijo tiene dislexia?


Primero, sean cuidadosos. La dislexia en preescolar es extremadamente difícil de diagnosticar porque muchos de sus síntomas son comunes en el desarrollo de todos los niños de preescolar. De todas formas, cuánto más síntomas estén presentes, y cuánto mas duren, mayor es la probabilidad de que su hijo necesite ayuda. La verdadera dislexia suele estar marcada por una combinación de signos y una falta de progreso sostenida en el tiempo.


De que clase de combinación hablamos? La Doctora Laura L. Bailet, dice que una historia familiar de dislexia, problemas serios de ortografía y lectura y el desarrollo retrasado del discurso y el lenguaje pueden ser signos que, cuando combinados, son una bandera roja de posible dislexia.

Otros síntomas tempranos incluyen:

* Dificultad para pronunciar palabras correctamente (por ejemplo “aminal” por animal)

* Dificultad en la rima

* Problemas para aprender nombres, formas y colores

* Dificultad para aprender los nombres de las letras y sus sonidos

* Dificultad para separar y mezclar partes de palabras (por ejemplo, silabas y sonidos individuales de letras)

* Dificultad para escribir el propio nombre

* Problemas con habilidades de motricidad fina como colorear, escribir o atarse los cordones

* Como padre, usted puede ayudar de varias maneras. Pero en general, cualquier actividad que incentive el vocabulario, las habilidades auditivas y el entendimiento de la letra imprenta será beneficiosa. La Dra. Bailet sugiere las siguientes:

* Leer una variedad de libros a su hijo diariamente, empezando a los seis meses de edad, y mantener las actividades de lectura cortas y divertidas

* Señalar cada palabra mientras lee, o mover su dedo de izquierda a derecha por las letras impresas

* Hacer pausas frecuentes durante la lectura para hacer preguntas o para que su hijo diga la próxima palabra

* Conecte a su hija con juegos de lenguaje, rimando palabras o palabras que comienzan con el mismo sonido

* Introduzca nuevas palabras en el vocabulario a través de conversaciones con su hijo

* Use actividades rutinarias (como la hora del almuerzo o paseos en coche) para hablar de nuevas palabras, discutir algo interesante que haya ocurrido, y para compartir ideas y sentimientos

* De 3 a 4 años, empiece a hablar del nombre de las letras y sus sonidos

* De 4 a 5 años, empiece a incentivar a su hijo para que lea y escriba su propio nombre

* Déle letras magnéticas del abecedario o cubos de letras para jugar

* Déle fibras, lapices de colores y papel para incentivar que dibuje y comience a escribir

* Si es posible, que su hijo asista a un programa preescolar de alta calidad

Aunque usted haga todas estas actividades, la Dra. Bailet dice que usted no podrá asegurarse que su hijo no luche con la dislexia. “Pero con comprometerse con actividades diarias para construir el lenguaje y las habilidades de alfabetización, su hijo estará mejor preparado para la escuela y usted podrá prevenir problemas serios de lectura para el o ella.” Como mínimo, usted podrá reconocer temprano problemas de preparación. La mayoría de las dislexias no se reconoce hasta tercer grado o más tarde.

Eso es una desgracia. Porque comenzar temprano “con métodos apropiados de lectura, comenzando en jardín, le da a cada niño la mejor oportunidad de convertirse en un lector exitoso,” dice Bailet. Entonces deje de preocuparse y empiece a rimar! Cualquier cosa que pueda hacer para construir el amor a las palabras ayudara a su niño de preescolar, disléxico o no.

Tomado de: http://www.educacioninfantil.com/displayarticle258.html

Los bebés tienen un sentido abstracto de los conceptos numéricos



Existe un sistema formal de representación numérica en la fase infantil que es previa al lenguaje

Un grupo de neurocientíficos cognitivos ha demostrado que los bebés tienen un sentido numérico abstracto que les permite relacionar el número de voces que oyen con un número de caras determinado. Según un equipo de investigadores de la universidad estadounidense de Duke, esto implica que los bebés tienen conceptos numéricos “incorporados” en sus cerebros, incluso antes de que aprendan a hablar. Este descubrimiento refuerza la idea de que existe un sistema formal de representación numérica en la fase infantil que es previa al lenguaje. Por Eduardo Martínez.

Un grupo de neurocientíficos cognitivos ha descubierto que los bebés tienen un sentido numérico abstracto que les permite relacionar el número de voces que oyen con un número de caras determinado, según la investigación The multisensory representation of number in infancy, que publicará la revista Proceedings of the National Academy of Sciences, de la que la Universidad de Duke anticipa un comunicado.

Según los artífices de esta investigación, este descubrimiento supone que los bebés tienen conceptos numéricos “incorporados” en sus cerebros, incluso antes de que aprendan a hablar. La investigación sugiere que ya a los siete meses los bebés poseen un sentido abstracto de ciertos conceptos numéricos, al menos del “dos” y del “tres”.

Elizabeth Brannon, profesora del Center por Cognitive Neuroscience y del Department de Psychological and Brain Sciences de dicha universidad, junto a su estudiante de doctorado Kerry Jordan, analizaron a pequeños de siete meses, quienes demostraron habilidad para relacionar el número de voces que escucharon con el número de caras que esperaban ver.


El estudio fue realizado con 20 bebés que escucharon por un lado a dos mujeres simultáneamente decir la palabra "mira" y separadamente a un grupo de tres mujeres repitiendo el mismo vocablo. Al mismo tiempo, los bebés podían elegir entre imágenes de vídeo o dos o tres mujeres diciendo la palabra.


miércoles 15 Febrero 2006

Eduardo Martínez


Tomado de: http://www.sectormatematica.cl/medicina.htm

El sentido de educar


Al Tablero: ¿Cómo piensa usted el papel del maestro en el siglo XXI?

Fernando Savater: El maestro es el soporte básico del cultivo de la humanidad y su labor está ligada al sentido humanista de la civilización, porque él pone las bases de todo el desarrollo intelectual futuro, de la persona plenamente humana, civilizadamente decente en compañía de los demás. Es decir, sin una buena educación dada por el maestro, no hay posibilidad de que luego aparezcan el científico, el político, el creador artístico. Toda labor educativa tiene una cierta ilusión artística, es decir, no es una artesanía. Llamo arte a todo aquello que se puede enseñar en sus fundamentos, pero no en su excelencia.

El maestro tiene a veces un papel socialmente humilde, pero fundamental desde el punto de vista de la civilización y de la humanidad.

A.T.: ¿Qué les diría a los maestros que pasaron el umbral del siglo y no fueron preparados para todas las transformaciones que vivimos?

F.S.: Todos sabemos que hay cosas que nos enseñaron y que no podemos enseñar y la paradoja es que tenemos que educar a otros para un mundo que no vamos a conocer. Algunos hemos crecido y sido educados en una dictadura y hemos tenido que preparar a otros para la democracia y las libertades. Los maestros deben gozar de períodos para reciclar sus conocimientos y sus modos pedagógicos, de tal modo que puedan volver a reciclar y a ponerse al día en sus conocimientos. Es algo obligatorio para todos nosotros.

A. T.: Los maestros necesitan aprender nuevas habilidades y convertirse en aprendices toda la vida...

F. S.: Cualquier persona que entre en relación con la enseñanza sabe que su tarea, de transmitir y de asimilar, es inacabable. Una persona que vive de enseñar tiene que estar constantemente abierta a todos los conocimientos, las enseñanzas y lo que pueda mejorarlo como profesor. Cuanto más sabemos enseñar, más nos convencemos de lo que nos falta por aprender.

A.T.: ¿Cuál es la función del maestro para que la sociedad sea más equitativa y más productiva?

F.S.: El maestro puede contribuir a formar personas más inclinadas hacia la justicia, la curiosidad y la laboriosidad, pero hay muchas otras claves que están en la sociedad: económicas, laborales, etc. El maestro intenta preparar las personas para que sean un poco mejores que el promedio de la sociedad a la que van destinadas; ahí es donde se da, en cada caso a su modo, la interacción entre lo social y lo personal. Una cosa es que la enseñanza sea muy importante y otra suponer que es omnipotente.

A.T.: ¿Qué se debería plantear un maestro en su actividad pedagógica para rendirle cuentas a la sociedad? ¿Cómo podría definir un docente del siglo XXI los elementos para decir: "Yo le rindo cuentas a una sociedad que me hace unas exigencias y tiene unos parámetros para medirme"?

F.S.: La pura labor educativa es lo contrario del autismo y no puede ser algo que se separa y que se convierte en una especie de reino aparte, que no da cuentas de información. Lo primero que tendría que haber es una relación fluida de comunicación entre la administración, la sociedad y los maestros para que no vaya la sociedad por un lado y los maestros por otro. El maestro no es el inventor de la educación, sino un educador de la gente que la ejercita, de acuerdo con la orientación que la sociedad decida darle en cada momento. No se educa en abstracto, se educa para intentar mejorar la sociedad y crear personas capaces de vivir en ella. Los objetivos de la educación deben ser una preocupación pública, que esté en los ministerios y en sectores influyentes. El maestro debe ser el agente que pone en práctica lo que los demás han propuesto o teorizado y, de alguna forma, su responsabilidad es entrar en contacto, comprender, aceptar y colaborar en el perfil de ese contenido que se trata de transmitir.

Debe haber algún mecanismo de inspección, de interacción, de coloquio con los padres, con las autoridades docentes, etc., para saber que la tarea se está realizando con normalidad, aunque los resultados, del maestro y de la educación, se ven a largo plazo. No se puede de un día para otro determinar qué éxito ha tenido la enseñanza, aparte de que los maestros enseñan. El maestro no es un hipnotizador, sino alguien que hace el esfuerzo por facilitar el aprendizaje; pero quienes aprenden son los alumnos.

A.T.: Usted ha señalado que "lo importante es que mantengamos la convicción de que hay que ser ultramodernos en los contenidos tecnológicos, en los contenidos científicos, en la utilización de aparatos que puedan ayudar a la transmisión de conocimientos; y clásicos en la defensa de los valores esenciales, porque esos valores no se han transformado"…

F.S.: Sí, por ejemplo, hay quienes miran con desconfianza y horror los ordenadores y la internet; lo ven como una obra del demonio que los va a desplazar; es un planteamiento completamente erróneo. Y lo otro es la mitificación de los medios que dice: "Vamos a mejorar la educación, vamos a poner un ordenador a cada niño en cada lugar". Es estupendo que el niño tenga un buen ordenador, un buen bolígrafo e instrumentos adecuados. Los maestros tienen que saber que el ordenador forma parte del paisaje y que se deben mover en ese paisaje. Pero, además está la educación y, sobre todo, los valores, la idea de que sólo aprendemos a vivir del contacto con nuestros semejantes; no sólo de la perfección de un programa de ordenador, sino de la imperfección de un ser humano. Por eso el maestro es insustituible pues sólo las personas pueden enseñar a vivir a las personas. Ahora, efectivamente hoy tiene unos apoyos mediáticos que pueden en ocasiones aliviar su tarea y ayudarle a explicar, a mantener la atención de los alumnos. Pero también es conveniente siempre decirles a los estudiantes que aprender es una responsabilidad suya.

A.T.: Hay otros que sostienen que el espacio escolar tiende a desaparecer y que hay que pensar en una relación distinta con los estudiantes…

F.S.: Hay que procurar extender lo más posible el espacio escolar. El aula educa y enseña tanto como el profesor. El hecho de que el niño, el adolescente, salga por primera vez de su mundo familiar afectivo, y se encuentre con el mundo de lo público, en el que se exigen el respeto y la convivencia dentro de un aula con otros que no son sus parientes y que han llegado por el azar de la organización de la enseñanza, es algo pedagógicamente insustituible. Si el niño se queda en su casa y desde allí le llegan las noticias, eso no es una enseñanza educativa en el sentido pleno del término.

A.T.: La concepción del papel del maestro ha cambiado con el tiempo… Y el maestro se ve en ese dilema de tener que ser autoritario o ser amigo…

F. S.: El maestro no es un tirano sino una autoridad. El tirano quiere conservar a todo el mundo convertido en niño, mientras que la autoridad ayuda a crecer e implica un acompañamiento. El niño está en un mundo que ya tiene unas exigencias; de alguna manera el mundo no se ha inventado para complacerlo, sino que tiene que conocerlo y comprenderlo para entrar en él. Los compañeros dan un sentido de pluralidad generacional y el maestro representa las generaciones anteriores. Es decir, de alguna manera, se encarga de representar la realidad por la vía del conocimiento.

A.T.: Lo que está unido a la responsabilidad, a la ética de la labor educativa y a la vocación…

F.S.: La tarea del maestro es la verdadera preocupación por el otro, que es el más alto nivel de moralidad. El hombre moral es el que se da a la persona. La educación es uno de los símbolos de la preocupación por los demás. Es importante que el maestro tenga vocación y gusto por lo que hace, como también lo es el que sea tratado de acuerdo con el esfuerzo y la dificultad de su tarea. Si comprendemos el término maestro en un sentido más amplio, como el de la persona que enseña a otros, entonces en nuestras sociedades democráticas todos somos maestros, unos de otros, para ayudarnos a comprender y a vivir en lo real. Y no es lo mismo ejercer esa función desde la paternidad, desde un papel público, o desde la persona que académicamente tiene que afrontar una clase.

A.T.: El maestro debe entender el mundo del niño, del educando de hoy…

F.S.: Hablamos de un ser humano y por lo tanto de un ser histórico; los niños del siglo XIX no son iguales a los de ahora, que nacen con la televisión puesta, en un mundo de libertades que no teníamos en otras épocas. Los niños no son seres al margen de sus condiciones sociales, culturales y familiares. El maestro debe buscar un lenguaje común con los niños.

A.T.: Usted ha expresado que "vivimos en un mundo apresurado, de urgencias e inmediatez" y eso afecta a la educación…

F.S.: Son los elementos que conspiran contra la importancia pública de la educación, cuya necesidad es inmediata, pero no sus resultados. La sociedad lo que quiere es un rendimiento inmediato y como eso no pasa, hay una sensación de frustración e inutilidad. El desarrollo de la cultura y el conocimiento aparecen como un lujo frente a la urgencia.

A.T.: ¿Qué queremos de la educación hoy?

F.S.: Esa pregunta sólo la podemos responder juntos como sociedad y está sujeta a debate. La educación es el cultivo de la humanidad. Entonces, ¿cómo cultivarla en las condiciones presentes? ¿En qué vamos a insistir? ¿A qué le damos prioridad? Hay muchas cosas interesantes que enseñar, pero debemos distinguir entre lo interesante y lo imprescindible. Esto último, es ser capaz de comprender y de expresarse, dos capacidades básicas para moverse en una democracia. De ahí que sea fundamental la enseñanza de todo lo referido a la comprensión y utilización argumental de los lenguajes, ya sean simbólicos o formales, así como la de los conocimientos científicos elementales: humanística, historia, física, etc. Y luego, poco a poco, la formación ética, ciudadana, en aquellos valores que son compartidos por todos.

A.T.: Hay una frase de su libro `El valor de educar´, que dice: "Me parecía sorprendente que por un lado la educación fuera el remedio universal de todos los males, y por otra parte la gente no se preocupaba fundamentalmente de la educación". ¿Qué ocurre hoy, ocho años después de publicado el libro?

F.S.: Se trataba de concederle cada vez más importancia al papel de la educación y de los maestros en la sociedad. La educación ha pasado de ser algo accesorio y que entretenía a los niños y los hacía crecer, a convertirse en algo radical y decisivo en la vida de cada uno. Hay que potenciar en quienes aprenden la capacidad de preguntar y preguntarse. Es parte de esa vocación de aprender. Las verdaderas preguntas están movidas por el interés y la curiosidad por las cosas y no simplemente por el deseo de causar efecto o de exhibirse. Esas preguntas son las que orientan al educador respecto a qué es lo que tiene que ofrecer a su educando y saber dónde debe insistir, dónde están los problemas y dónde hay menos conocimiento.

(*) Fernando Savater cursó la carrera de Filosofía y Letras en la Universidad Central de España, de donde tiene un doctorado. Profesor de Historia de la Filosofía en la Facultad de Ciencias Políticas de la Universidad Autónoma de Madrid, de Ética y Sociología en la Universidad de Educación a Distancia y de Ética en la Universidad del País Vasco, en San Sebastián. Ha intervenido en la elaboración de la Gran Enciclopedia de España y la Enciclopedia Iberoamericana de Filosofía. Entre sus publicaciones están: La Escuela de Platón, Ética para Amador, El Valor de Educar, Las preguntas de la Vida, El Arte de Elegir y Los Diez Mandamientos en el Siglo XXI, entre otras. El último libro lanzado en Colombia es El Gran Laberinto, Ariel, marzo de 2005.

Tomado de: AL TABLERO

lunes, 19 de octubre de 2009

EL AJEDREZ


El ajedrez incrementa nivel de confianza y mejora la planeación de los jóvenes

Manuel Guillermo Nieto, magíster en Educación de la Universidad de Louisville (USA) con especialidad en Educación Física, cuenta los resultados al enseñar este juego.

Cuando se me encomendó la misión en el 2000 de ponerme al frente del programa de ajedrez del colegio San Jorge de Inglaterra, de Bogotá, consulte, indagué y pensé por un buen tiempo qué rumbo tomar.

Entonces encontré en la obra Desarrollo del pensamiento crítico y creativo a través del ajedrez, de Robert Ferguson, doctor en educación de la Universidad de Pensylvania (E.U.), una luz que me sirvió de guía. El ajedrez debía ser algo más que un juego.

Desde entonces tenemos un verdadero laboratorio de ajedrez: un salón destinado a aprenderlo y jugarlo. He encontrado, en primer lugar, que a los niños les resulta sencillo, entretenido y útil el hecho de ejercitar su memoria visual, su lógica y su creatividad mediante la solución de ejercicios gráficos y juegos aplicados.

En segundo lugar, con las competencias deportivas (como actividad extracurricular) desde el primer grado, que desarrollan la competencia leal y la tolerancia. Los alumnos interesados participan de los entrenamientos y fogueos que definen los seleccionados del colegio a los torneos de la Uncoli (Unión de Colegios Internacionales) y Asocoldep (Asociación Colombiana de Educación Privada), eventos en los que el desempeño deportivo de nuestros estudiantes es muy sobresaliente.




Con el auge de las competencias escolares, actividades como el ajedrez cada vez ganan más adeptos. Divierte y desarrollan habilidades especiales en los alumnos.


En tercero, los Campamentos de Ajedrez (que buscan aprovechar sana y eficazmente el tiempo de vacaciones, únicos en su género en Latinoamérica) les han aportado a los estudiantes enseñanzas de otros niños y jóvenes que los han enriquecido enormemente.
A nosotros nos ha servido este enfoque para convertirnos en líderes y abanderados de este juego ciencia a nivel colegial pero, sobre todo, para obtener mejores resultados en los niños: aprender a solucionar problemas matemáticos y comprender lectura.

Además, han incrementado su nivel de confianza en sí mismos y mejorado la planeación, organización metódica del estudio, capacidad de trabajar en silencio, ubicación más precisa del tiempo y del espacio, visión más objetiva de las propias capacidades, paciencia y memorización, entre otras muchas habilidades. También nos ha permitido tener relaciones con organizaciones en otros países.



Tomado de: http://www.geocities.com/nietoajedrez/notas_periodisticas/mgn1.html

Este blog esta diseñado para compartir y adquirir conocimientos acerca de la educción y sus avances